Ayer domingo, alrededor de las 14:30, los usuarios de telefonía móvil en la Comunidad Autónoma de Madrid sufrieron un sobresalto al escuchar un tono de alerta en sus terminales y recibir un mensaje de texto con una alerta de Protección Civil avisándoles del riesgo extremo de tormentas y lluvias, y pidiéndoles que no utilizasen sus vehículos y permaneciesen en sus domicilios.
La lluvia y las tormentas provocaron problemas en algunas zonas de Madrid y en otras once comunidades autónomas a lo largo del día, pero lo que ocurrió de entrada fue que las redes se llenaron de comentarios sorprendidos por la alerta en sí: el uso de este tipo de alertas resulta completamente inusual en España – era tan solo la segunda vez que se utilizaba, y la primera fue en forma de prueba limitada en determinados territorios – e hizo que muchos ciudadanos se extrañasen de que «los servicios de Protección Civil tuviesen su número de teléfono».
En realidad, nada más lejos de la realidad: el servicio de alertas, denominado ES-Alert, es parte de un sistema a nivel europeo basado en la difusión de celda, capaz de enviar un mensaje a todos los dispositivos que se encuentran en un área determinada definida por el alcance de una serie de antenas. A todos, incluidos posibles turistas que jamás hayan facilitado su teléfono a ninguna autoridad española, razón por la cual su texto aparecía también en inglés. El mensaje es recibido por todos los dispositivos a la vez sin que estos revelen información alguna al emisor, puede tener como en este caso un tono específico definido y, además, ese tono suena aunque el terminal se encuentre silenciado o con el volumen al mínimo. Se trata de un sistema de alertas que puede ser activado para avisar de posibles emergencias, y que en modo alguno es susceptible de vulnerar la privacidad de nadie.
Pero más allá de lo que ocurrió ayer y del uso de la alerta de emergencia, es conveniente que empecemos a acostumbrarnos al uso de este sistema para avisar de cada vez más potenciales problemas derivados de una emergencia climática que nos amenaza cada día más a todos: la frecuencia y gravedad de este tipo de incidentes climatológicos lleva ya tiempo incrementándose notablemente, lo que implica que la probabilidad que una persona tiene de ver amenazada su integridad física o su patrimonio es cada vez más elevada.
El continente europeo es uno de los que más está experimentando el incremento de temperatura del planeta, lo que se refleja en una «nueva normalidad» que tan solo estábamos acostumbrados a ver por la televisión coincidiendo con las temporadas de huracanes en países como Estados Unidos. En ese país también se han hecho más frecuentes y más virulentos – hasta el punto de que cada vez son más las aseguradoras que se niegan a cubrir los daños a la propiedad derivados de estas catástrofes. Si te parece que el tiempo se ha vuelto loco, es sencillamente por eso, porque el tiempo se ha vuelto loco. Se llama inestabilidad climática, y somos los únicos culpables de ella.
¿Te parece que el verano ha sido muy caluroso? Pues probablemente sea el más fresco de los que te quedan por vivir. ¿Que hay muchos incendios? Efectivamente, los hay, más frecuentes y más severos. Pero lo puedes experimentar también cuando vuelas, con turbulencias mucho más frecuentes, o simplemente cuando respiras, porque la contaminación que respiramos es ya más dañina y reduce más nuestra esperanza de vida que el uso del tabaco.
Mientras, sigamos reclamando nuestro derecho a contaminar, a seguir conduciendo nuestros vehículos de gasoil y gasolina (¡claro, es que los eléctricos no nos gustan y son muy caros!), a obligar a nuestros trabajadores a que se metan en atascos todas las mañanas para ir a unas oficinas a hacer un trabajo que podrían hacer desde sus casas, y a no renunciar a ningún producto por mucho que sepamos que es completamente insostenible y contaminante. No pasa nada… solo que la próxima alerta es posible que ya no simplemente te pase cerca, sino que te impacte directamente a ti, a los tuyos o a tus propiedades. Mejor que te vayas acostumbrando al sonido de esas alertas de emergencias, porque te va a tocar ver pasar muchas más. Que no se diga que no estabas avisado.