Una encuesta llevada a cabo por Harris Poll y publicada en Fast Company revela que los adultos de la llamada Generación X y los millennials adultos preferirían vivir en una era más simple, anterior a internet y a los smartphones, «antes de que todos estuvieran obsesionados con las pantallas y las redes sociales».
Las respuestas en este sentido se producen incluso entre personas que nacieron posteriormente a esos desarrollos, revelando la enorme ignorancia que supone pensar que la vida era más sencilla o mejor antes de que los procesos de innovación, por otro lado completamente inevitables, tengan lugar. Esa sensación de «la hierba era más verde al otro lado de la valla» completamente falsa y absurda, que me lleva a pensar cómo vivirían esos millennials si tuvieran que pasarse el día en una biblioteca y acceder únicamente a información impresa, o desplazarse o recurrir únicamente al teléfono para cualquier tipo de trámite.
Tener la edad y la experiencia suficiente como para haber presenciado y vivido la época anterior a internet y la transición al momento actual proporciona una cierta perspectiva impresionante, que nos dice cuánto hemos mejorado en el acceso a la educación, a la cultura y a la coordinación social. Interpretar la frase de que «internet es solo para ver vídeos de gatitos» como si fuera una queja real, en lugar de una tontería que se dice para hacerse el simpático, es de una limitación intelectual desmesurada y absurda, un sinsentido histórico.
Aparentemente, los problemas de esos adultos se refieren en general a las redes sociales y a sus efectos. Una innovación que puede, en efecto, generar una cierta polarización y que dista mucho de haber sido asimilada correctamente por el conjunto de la sociedad sobre todo derivado de una mediatización de su uso como forma de espionaje y manipulación colectiva, pero que en la práctica tiene la capacidad de generar una sociedad más y mejor informada, con acceso a mucha más información en tiempo real, y con una variedad de fuentes de información mucho más amplia si se emplea con los criterios adecuados. Que la sociedad no haya sido capaz de incorporar esas innovaciones a la educación de los más jóvenes y de dotarlos de un criterio razonable para un uso correcto es obviamente uno de los elementos responsables de ese aparente rechazo, pero no es nada que no pueda corregirse con el paso del tiempo y la acumulación de experiencia colectiva.
Volver al pasado, un imposible conceptual… ¿qué situaciones recordáis de la vida antes de internet a las que de verdad no querríais volver? Y al contrario, ¿qué situaciones eran, supuestamente, mucho mejor que ahora?
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